lunes, 13 de julio de 2009

TEXTOS ANTIFASCISTAS LA ESCLAVITUD Y EL DINERO




LA ESCLAVITUD



La esclavitud sigue presente HOY, en el mundo de la libertad y la buena vida, en la era del bienestar. A millones de hombres, mujeres, niños y niñas de todo el mundo se les obliga a vivir como esclavos. Si bien, a esta explotación a menudo no se le llama esclavitud, las condiciones son las mismas. A las personas se les vende como a objetos, se les obliga a trabajar por salarios irrisorios, o simplemente sin salario alguno, y viven a merced de sus "empleadores".

La esclavitud existe hoy día pese a que está prohibida en la mayoría de los países donde se practica. También la prohíben la Declaración de los Derechos Humanos de 1948 y la Convención Suplementaria sobre la Abolición de la Esclavitud, la Trata de Esclavos y las Instituciones y Prácticas Análogas a la Esclavitud, de 1956.

Hoy día, hay mujeres de Europa oriental que trabajan en la prostitución en condiciones de servidumbre por deudas, engañadas con promesas de libertad. Se trafica con niños y a niñas entre estados de África Occidental. En Brasil se obliga a hombres a trabajar como esclavos en hacienda

¿En qué consiste la esclavitud.



La esclavitud contemporánea adopta diversas formas y afecta a personas de todas las edades, géneros y razas.

La esclavitud viola el derecho a la libertad del ser humano. A un esclavo:

· Se le obliga a trabajar - mediante amenazas psicológicas o físicas;

· Se le convierte en propiedad de un "empleador", generalmente mediante maltrato físico o mental o mediante amenazas de maltrato;

· Se le deshumaniza y se le trata como a una mercancía, o se le compra y vende como a una "pertenencia";

· Se le limita físicamente o se le impone restricciones a su libertad de movimiento.

¿Qué tipos de esclavitud existen hoy?

El trabajo en condiciones de servidumbre. Afecta a por lo menos 20 millones de personas en todo el mundo. Las personas se convierten en trabajadores en condiciones de servidumbre cuando aceptan, o se les engaña, para que acepten un préstamo que apenas alcanza para cubrir el costo de los medicamentos para un niño enfermo. Para poder pagar la deuda, se ven obligadas a trabajar durante largas jornadas, siete días por semana, 365 días al año. Como "pago" por su trabajo, reciben alimentación y resguardo básicos, pero probablemente nunca consigan saldar la deuda, que puede traspasarse a sus familiares a lo largo de muchas generaciones.

El trabajo forzoso. Se refiere a niños y a niñas que son captados ilegalmente por gobiernos, partidos políticos o individuos particulares y que son obligados a trabajar - generalmente mediante amenazas de violencia u otros castigos.

Las peores formas de trabajo infantil. Se refieren a niños y niñas que trabajan en condiciones de explotación o de riesgo. Decenas de miles de niños y de niñas en todo el mundo trabajan en plena dedicación, privados de la educación y de la recreación que son vitales para su desarrollo personal y social.

La explotación sexual de niños y de niñas con fines comerciales. Se explota a niños y a niñas por su valor comercial mediante la prostitución, la trata y la pornografía. A menudo se les secuestra, compra o vende, o se les obliga a ingresar al mercado del sexo.

La Trata. Implica el transporte y/o el comercio de seres humanos, usualmente mujeres o niños y niñas, con fines de lucro, mediante la fuerza o el engaño. A menudo se engaña o se obliga a mujeres inmigrantes para que ingresen al trabajo doméstico o a la prostitución.

El matrimonio precoz y el matrimonio forzado. Afectan a mujeres y muchachas a quienes se casa sin permitirles elegir y a quienes se obliga a llevar vidas de servidumbre que frecuentemente van acompañadas de violencia física.

La esclavitud tradicional o "propiedad personal" Implica la compra y venta de personas. A menudo a estas personas se les secuestra en su hogar, o bien se heredan o se ofrecen como obsequios. ¿Acaso hay derecho? Vivimos ya bastante limitados como para que encima estas pobres personas tengan que convertirse en mercancía para esos repugnantes seres que trafican con las vidas, que se autodenominan propietarios de otros seres humanos y que los utilizan para ganar su asqueroso dinero. Ojalá el dinero cogiera un olor correspondiente a la forma en la que se ha conseguido, así esos cerdos no podrían ni acercarse a él debido al nauseabundo olor que desprendería. No tengo nada más que decir sobre esta práctica repugnante, vomitiva y altamente degradante para el ser humano, que es libre por naturaleza desde su nacimiento y debería seguir siéndolo hasta su muerte. Y esos cerdos que trafican con ellos ¿Seguirán siendo humanos?



EL DINERO

El mundo. Para algunos el mundo no es más que una rueda que utilizan para amasar dinero. Los que rigen el destino, los que tienen el poder, los que mueven los hilos, los que nos quieren joder....
El dinero. Me cago en el puto dinero. El dinero nos hace seres despreciables, seres que venden todos y cada uno de sus principios por cuatro putas monedas. Hasta Judas tuvo un precio más alto, él cobró veinte. Nada nos hace más felices que el dinero, nos hace crecernos más, nos hace vernos mas grandes, más fuertes y más guapos cuando nos miramos en el sucio espejo que muestra el reflejo de esta asquerosa sociedad.

El dinero, y, por extensión el poder, nos transforma en inmundas alimañas que actúan con una especie de instinto egoísta, una especie de instinto que nos lleva a matarnos con tal crudeza que hasta el animal más salvaje parece más civilizado. Nos masacramos para poder rebuscar en los bolsillos de los cadáveres, para poder sujetar en nuestras asquerosas garras cuatro céntimos manchados de sangre. El dinero es el fin último de toda guerra.

Masacrar poblaciones enteras, países, para poder robar sus riquezas. Asesinas, explotar, esclavizar, tiranizar a millones de personas para que su trabajo, su esfuerzo, su sudor se transforme en billetes para alguien que está a 8.000 kilómetros sentado en su despacho, con su puro en una mano, su copa de whisky en la otra y su puto mercedes en el garaje.

Está claro que el dinero da poder en esta mierda de sociedad en que cuanto más tienes más eres, y si no tienes nada tu vida no vale nada. Está claro que el poder nos cambia. Por esa misma ecuación, está claro que el dinero nos cambia.

Y no es solo una frase que digo yo. Es un axioma. El dinero corrompe. Es un hecho, una verdad que ha quedado demostrada desde el principio de la civilización, por eso los anarquistas hemos entendido mejor que nadie que lo mejor que puede hacerse con el poder, y para ello debe hacerse con el dinero, es destruirlo...
... o eso, o que nos destruya él a nosotros
.
Hasta el final. MORIR O MATAR

ANTIFASCISTA


2 comentarios:

Anónimo dijo...

KE TRANZOTA CARNAL EN DONDE ANDAS
A VER SI TIENES CHANCE DE IR A MICHOACAN A OSTULA
REPORTATE

Anónimo dijo...

SE ME OLVIDO
SOY EL TIO A VER SI TE ACUERDAS DE MI

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